El diferente es rechazado, obligado a irse, cuando en realidad viene a mostrarnos desde afuera como en un espejo aquello de lo que nos disociamos dentro nuestro, pero uno generalmente tiene miedo de la disociación y no de aquello de lo que se disoció. Cuando uno acepta aquello de lo que se disoció deja de ser temible y peligroso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario